A estas alturas estas harto/a de inmobiliarias que venden cada vez en menos días, así que no vamos a aburrirte con slogans de ese tipo.
La ley del mercado inmobiliario es muy sencilla, cuanto más rápido quieras vender, menos dinero debes pedir. Así de simple.
Por tanto, cuando una inmobiliaria te propone como argumento el poco tiempo que va a tardar, en realidad te está diciendo «Dame tu piso barato y lo venderé con el mínimo esfuerzo».
Como vender a un precio alto en el mínimo tiempo
El método tradicional para vender es el de «tanteo», se marca un precio alto que no suele dar resultado, para poco a poco ir reduciéndolo…
Con este método se desperdician meses, ya que más del 70% de los anuncios no generan interés, por lo que marcar el precio inicial en base a anuncios provocará errores elevados, que habrá que ajustar con la inevitable pérdida de tiempo que ello conlleva.
Por otro lado, las valoraciones tradicionales son efectivas, pero la mayor parte de ellas tienen un fallo importante: únicamente indican el valor medio, lo que supone una «foto fija» que ignora algo fundamental. No todo el mundo vende en el mismo precio, algunos venden por encima de la media y otros por debajo.
Y es por esto que nuestra valoraciones, pese a ser gratuitas, contemplan todo el rango de valores de venta que se han producido. No sólo indicamos el valor medio, sino que incluimos el valor mínimo y máximo. De modo que el propietario tiene una guía precisa para poder valorar una posible oferta.
La imagen refleja el resultado de una de nuestras valoraciones. En este caso concreto, al propietario le recomendaríamos fijar un precio que no supere los 190.000€, ya que hasta ese punto se ha producido al menos una venta.
Por encima de ese precio, lo más seguro es que el anuncio quede muerto o se produzcan visitas estériles, por lo que estaríamos alargando el proceso de forma innecesaria.
Si, pero… ¿Quién me asegura que la valoración es fiable?
Otra característica que tienen nuestras valoraciones es su transparencia. Siempre indicamos dónde están los inmuebles en los que nos basamos e incluimos los datos de donde los hemos sacado, para que el propietario verifique que son datos ciertos y fiables.
En nuestro caso, nos basamos en el Registro de la Propiedad, ya que nos facilita la totalidad de ventas producidas desde hace varios años, y además son garantía de que esas ventas se han producido realmente, al contrario de los anuncios, que no dejan de ser intenciones de venta que en su mayoría no llegan a producirse en el precio anunciado.
¿Cómo sé que mi inmueble se va a vender en la media, por encima o por debajo?
Honestamente, nunca podemos asegurar con certeza en qué punto se venderá fuera de la zona media.
Que la venta se produzca lo más cerca posible del máximo dependerá de la percepción que tenga el comprador sobre elementos poco tangibles, como la adecuación de la distribución y materiales a los gustos del comprador, su percepción sobre la luminosidad, su gusto por la zona donde se ubica… Igualmente es aplicable si el comprador tiene un interés especial en el inmueble.
Por todo lo anterior, nunca nos marcamos un plazo de venta salvo que el propietario lo necesite, ya que esto minora el importe que podamos recibir por nuestra venta. Aún así, la media que tardamos en vender se acerca a los dos meses, pero cuando lo hacemos, lo conseguimos de la media hacia arriba.
De todos modos, nuestro equipo comercial tiene la formación necesaria para explicar en detalle cualquiera de nuestras valoraciones, ya que estas son el punto de partida para el éxito de la venta de un inmueble en Valladolid.
¿Quieres una demostración? Solicita tu valoración sin compromiso y descubrirás porqué en AFIN Inmobiliaria somos diferentes.
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